Tengo una especie de hambre similar al fuego mañanero, no sé cuál sería el nombre apropiado. Mas bien estoy cansada de la desmoralización moderna, ojalá todo me valiera un gorro.
Yo sé que esto duele, pero duele más por la mañana, realmente cala las partes más nobles y suaves, convierte la sensibilidad en un trozo de papel mojado.
No sé, me pregunto si alguien extraña alguna maña sexual mía. Es que yo ya no extraño la de ninguna persona que haya sido real. Yo sólo siento... unas inmensas ganas de hacerlo casi todo, volver a empezar, perder lo necesario y sentir lo desconocido el mayor tiempo posible. Sí, el sexo oral es bueno cuando lo saben hacer... aquí dentro hace calor. Me voy a dormir.
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