Tengo una nueva meta de vida, bueno, en sí muchas... pero una de ellas es que en mi próximo lecho de muerte le llamaré a un amigo para que me haga mi última sesión de fotos. Sí, ahí postrada, charlaré con la muerte y con la cámara.
Me mataron las hormonas pero nunca el desamor.
1 comentario:
Es una muy bena idea. Si me hago buen fotógrafo de aquí a sesenta o setenta años, llámame a mí.
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