Extraño leernos en la distancia, adivinarnos el pensamiento, escribirnos mil supuestos y comprometernos a lo imposible. Pero, siempre, desde el punto de vista de una carta o un correo electrónico cibernético... porque ya en la realidad, no sé, aunque, me consuela bien leer a autores que no conozco y sentirlos omnipresentes, casi, como si estuviésemos hablando. Sé que no lo estamos, sí, eso es lo bonito de leer a gente que no conoces, parece que se formula una conversación intensa, sólo imágenes, ideas, pensamiento.
Lástima es no tenerte en la agenda de mis prioridades, porque el sexo esta over rated y la conciencia se hace añicos, convirtiéndose en la nueva enfermedad mundial.
Ya no quiero nada que me ataña a ese cordón, ya no quiero leer a quienes conozco o pretenden conocerme, sé bien que bien no estaremos si lo hacemos ahora.
Me voy a dormir demasiado conciente, preocupada, frustrada, y no será la primera vez que mi almohada sea exclusiva esclava de mis oídos solitarios.
1 comentario:
neo romanticismo epidtolar postmoderno
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