sábado, 27 de octubre de 2007

El amor es un perro infernal




Me gustaban esos tiempos en donde al menos podía brindar con un par de lágrimas;

ahora es como si mi alma se hubiera quedado sin el vino de despedida.


(De cualquier modo es un viento muy frío...)

2 comentarios:

Damián de Victoria dijo...

Me gusta tu blog y me gustas tú, que lejos queda Sonora chingao.

Jorge David Capiello-Ortiz dijo...

Señorita, brinde por ese vino que ya no viene; dibuje con sus labios los contornos de mi copa, el Vino Blanco lo cura todo. Escriba ninfómanamente, este que la lee se quita el condón ante sus textos.
JD Capiello