lunes, 27 de octubre de 2008

No supo esperar al amor

Y así fue como empezé a experimentar el amor, o mas bien, el amor comenzó a experimentar sobre mí. Toda calamidad e injusticia.
A veces eres la escalera de muchos pero pocas veces ellos son escaleras triunfales. Víctimas del doctor corazón, ¡mal amigo, ese desgraciado! se hace pasar por un hermano y te tiende la trampa del olvido; Caí boca abajo, duro hasta el suelo, me levantó la realidad con sus brazos dormidos, me acogió cual madre nefastísima llena de razón; La venganza es el único consuelo para las almas terrenales, torbellinos de Ideas, sacrilegios inalcanzables, herejía pura, asesinos es lo que somos.
La gente pasa a mis espaldas, sobre de mí, a mi lado y me siento tan yo misma que me da miedo adelantar el paso. Tiemblo, grito, muerdo y corrompo a todo aquel que atreva enfrentarme ¿qué me da la vida si yo no he de tener a nadie?, coman de mí aves humanizadas, acuchíllenme con sus largas entrañas, el dolor es un perfume dulcísimo para los locos de pasión. Háganme suya si he de serlo, atrévanse, escondan las manos, los pies, pero quédense con esa boca sucia y lávenla en casa. Sus camisas me las pondré de vez en cuando para ver qué se siente no haber sido nada. No es una amenaza, mucho menos una promesa... es lo que siempre ha sido y nadie se ha atrevido a decir por pena a quedarse solo.

viernes, 10 de octubre de 2008

Círculos de poder

Sencillamente estoy harta de no poder hacer nada para cambiar las cosas que me perturban y me siento a esperar la justicia divina que no se digna a caminar por mi casa. No hay nada por hacer, vivimos en una realidad en donde las reglas del juego se rotan a placer de unos cuantos personajes. Ni gloria, ni luces, ni dignidad, ni si quiera el orgullo nos logra rescatar de las cenizas.
Tal vez somos mucho y muchos pero preferimos las cosas sencillas, ser sutiles y moldeables a cualquier esquema moderno. ¿Quién soy yo para juzgar? Hoy la vida me pesa más en el alma, en la sangre espesa y busco esos cógidos de salida que me dejen entrar a un mundo mucho más justo.







"¿Qué tienes que reprocharme? dilo de una vez... ¿soy demasiado cruel, verdad?... ese Gastón era como una maldición sobre mí; pero ni tú ni nadie haran que yo desista, no me importa que me vuelva de piedra... si es por mi hija...

-Pobre señora, necesita descansar...

"Tienes razón Carmela, sí, pero otra clase de descanso... ¡Estoy harta de tanta porquería! año tras año siendo el pretexto de todos, el que es estafador estafa, el que es ladrón roba, y creen que lo hacen por mí. Pero se acabó, voy a cambiar de vida... No sé cómo... pero voy a cambiar..."