Una mujer como yo o como cualquier otra mujer en el mundo, no debería de darse el lujo de conversar sobre cuestiones de género con hombres heterosexuales. Digo, es una de esas normas no escritas entre cualquier mujer que tenga una visión ya no digamos "feminista" sino en pro de la mujer -para que suene más acorde- aún así nunca falta el reto por parte del macho. El macho se siente sumamente intimidado cuando una mujer tiene una opinión, autoestima o algo que decir -por más fuera de lugar que ésto sea- pero no me extrañaría ésta forma de pensar en alguien no letrado, en esos hombres de fantochería, pues. Lo curioso es lo arraigado que tenemos en general los seres humanos todas estas creencias tontas sobre lo que cada género debería o no debería hacer, inclusive, hasta los meramente intelectuales -diría Nietzsche- tienen esa secuencia cultural que termina llevándolos a todos si no es por el mismo camino, sí uno muy similar.
Algunos se quejan de que el feminismo debería ser "un feminismo inteligente", ya saben, eso de no reirse por los múltiples chistes machistas, discriminatorios -todas sus variantes- o insistir directa-indirectamente por la "igualdad" en conceptos, cuestiones laborales, académicas, sexuales, intelectuales, entre otras. Inclusive, existen mujeres que están a favor del "feminismo inteligente" que vendría siendo -desde mi perspectiva- mantener un bajo perfil como mujer, pero siendo activa "en lo que realmente importa". Podría decir que yo misma pensé que ésta era la forma correcta de ejercer en pro de la mujer, en pro de mí misma o en pro de una sociedad moderna. Ahora he crecido, he enseñado mis partes más íntimas -y no me refiero al coño- he descubierto el mundo real, el juego de las espadas versus los puños; ahora lo sé y ahora entiendo por qué la gente se levanta en armas, la lucha incansable, esa rabia que se siente cuando se es parte de un círculo "no activo", discriminado, limitado. Y duele tan duro como si me introdujeran una bomba molotov por la boca.
No juzgo de ninguna manera a quienes creen que el feminismo debería de ejercerse solamente en esa demostración de capacidad en cualquier área necesaria, cada quien actuará según le haya ido en la feria y según sus intereses personales. La sangre no hierve por igual; tampoco diré que jamás me he reído de un chiste machista o discriminatorio, sí, me he reido de muchas cosas idiotas en mi vida. Me río de mi misma, me rio cuando enseño los calzones o hago alguna babosada. No me tomo a mal un chiste que explote el culo o las tetas de una fémina, de verdad, existen muy buenos chistes en la historia de los chistes discriminatorios que nos hacen sencillamente "no tomarnos todo tan en serio" y ahí mismo radica su gracia.
Mas bien, no estoy de acuerdo en sobreexplotar las maneras y las formas, querer que todo quepa en una lógica esquematizada del varón, porque sí, ellos diseñaron el mundo -con la ayuda de todos(as) los(as) demás- y quizá creen que les corresponde ese poder de definir, ¡qué digo! definir lo puede hacer cualquier pelele con tintes filosóficos, pero de decidir cuándo, cómo, dónde y que todo gire siempre, siempre, en la discriminación. No creo que sea malo burlarnos de nuestra condición social, pero creo que sí es muy perjudicial cuando se hace con la saña de elevarse, de ponerse sobre de otro ser humano. Digo, si a esas vamos, todos somos humanos, todos somos la misma mierda o el mismo pastel. No me agrada que cataloguen de "feminismo idiota" o sinsentido cuando un grupo de mujeres quieren salir a manifestarse, buscarse nuevas oportunidades, alzar la voz es derecho de todo ser humano y es parte de esa plenitud NO política, sino espiritual. Digo, los hombres heterosexuales tienen a sus culos bien parados cada vez que necesiten penetrar, tienen a sus tetotas bien sabrosas cada vez que quieran succionar, ahí, las 24/7 sea un hombre de nivel alto o bajo. Ok, no me molesta, de hecho, me parece muy justo y necesario. Cada quien tiene su espacio y su momento, y si las mujeres se quieren levantar en protesta, quejarse de la situación (ésto se aplica para cualquier grupo discriminado socialmente) entonces, ¿cómo nos entenderemos?, ¿jugando el mismo juego de toda la vida y esperando que un día dominemos al mundo? digo, ¿por qué no ser un poco realistas? jugar el juego es darle más poder al poder. Inventemos nuevas formas de jugar, diseñemos nuevos conceptos, nuevas estrategias de comunicación que nos permitan ser lo que somos: mujeres, hombres, heterosexuales, bisexuales, trisexuales, transexuales, travestis, gays, seres humanos.
Muchos creerán que las mujeres en pro de la mujer o con visión feminista somos simplemente unas locas frustradas, que necesitan darnos muy duro y ya, hablando en serio, sí, sí necesito que me den bien duro pero por donde quiero y cuando YO quiera que me den.
No creo que los hombres sean malos o buenos, no juzgo a todos ellos por machos o los tacho de calientes, no, yo amo a los hombres y de hecho, mi inspiración y aprendizaje ha sido gracias a esos grandes hombres en la historia, esos grandes hombres que me han enseñado sus mejores prosas en el camino de la vida, incansables, han conquistado imperios enteros y siguen destruyendo pero reconstruyendo al mundo. Todo ésto que escribo lo hago por ellos, por tí que lees y que eres un varón hecho y derecho, tú, tú que eres un hombre de mente, un meramente intelectual o no, tú que tienes ese poder de ser un hombre, te invito a reflexionar la situación, te invito a pensar y a sentir ésto dolor tan profundo. Porque creanme que ningún dolor es diferente o ajeno a otro, todos duelen y castran y exudan frustración. No lo tomes como una tarea ardua y cansada, tómalo, éste es un privilegio de vida.
En el caso de paises latinoamericanos-tercer mundo, la situación se vive más dura y la vida diaria se vuelve una guerra fría. Si tengo que conceptualizar mi obra o trabajo en una crítica social por equidad y respeto, lo haré, no me importa si creen que estoy loca, no importa que no me tomen en serio y que ningún hombre heterosexual "me ame" por ser lo que soy, porque eso nos dan de comer, nos enseñan a no ser lo que somos para saborear las migajas de amor. Lo puro no se encuentra en la falsedad, éste es un camino constante, turbio y tenebroso.
Si el sistema cree que en la vida sólo basta y sobra con el hecho de que nuestros coños, culos y tetas sean llenados de cierta manera, a cierta hora del día, les gritaré -cuantas veces sea necesario- lo contrario, su chantaje sexual no me asusta. Nuestras almas -aunque suene cursi- merecen más que un catálogo de nombres, apodos. Somos lo que somos por más cruel que ésto parezca y aunque estemos solos, en éste camino nublado, no esperemos ser una paloma que cruza el pantano sin mancharse.